Packaging de vinos: ¿Qué nos atrae más la calidad o el envoltorio?

La importancia del diseño y el packaging de vinos.

A la hora de comprar un vino en muchas ocasiones nos atrae más el diseño o la etiqueta de este que la propia información que nos pueda dar la botella, (región, denominación de origen, variedades de uva, añada…) llegando incluso a pagar un poco más por una botella que nos atrae visualmente que por una clásica y poco llamativa.

Este fenómeno que ya prácticamente se convierte en moda o tendencia se acentúa en un mercado ahora más global (nuestros vinos se exportan más que nunca) y en el auge de diseñadores e ilustradores. Antes los diseñadores no pensaban en ilustrar la etiqueta de una botella de vino, ahora hay incluso cursos sobre ello. Además pocos son los que conocen bien el nombre del vino o la bodega y cada vez más son los que se fijan en otros aspectos más generales y las sensaciones y emociones que la etiqueta, el envase o embalaje puedan darle.

Es por ello que cada vez más bodegas, apuesten por un buen diseño de packaging. Pero lo cierto es que esto no es tarea sencilla. Detrás de cada una de estas botellas encontramos un gran equipo de diseñadores que han dedicado mucho tiempo y esfuerzo hasta lograr un resultado final.

La aparición de nuevas bodegas y el hecho de que cada vez más jóvenes se interesen por la cultura vitivinícola a contribuido a que los envases y embalajes en el sector vinícola hayan evolucionado de forma tan exponencial en estos últimos años.

Actualmente encontramos una amplia gama de etiquetas y proyectos de packaging, envases y embalajes, que parecen obras de arte. Los diseños que encontramos tienen como objetivo principal llamar la atención lo máximo posible frente a los competidores.

Tan solo tenemos que acudir a un supermercado a vinoteca para apreciar que las botellas que más llaman la atención y que probablemente más se vendan son aquellas con los diseños más cuidados y llamativos. Sobre todo si tu vino se encuentra dentro de una franja de precios y propiedades vinícolas similares a los de la competencia.

Es cierto que existe un tipo de consumidor más experimentado que antes apostará por la calidad y no se dejará llevar por la estética de la botella o el diseño de esta. Pero para los consumidores esporádicos, y estos son un gran número, el factor determinante será el diseño del embalaje o la botella y las sensaciones que estas le transmitan.

La clave a la hora de apostar por un buen diseño reside en transmitir a través de la imagen la calidad del vino, su olor, sabor y filosofía de la bodega. Además de potenciar funcionalidad. Es decir, el envase debe ser atractivo sin renunciar a la utilidad del envase. Con esto nos referimos tanto a etiquetaje como al embalaje que protegerá a la botella durante su transporte. Para nosotros todo forma del packaging y todo resulta igual de determinante. Admitimos no es sencillo pero de conseguirlo el éxito estaría garantizado.

Por todo ello, las etiquetas, los envases y los embalajes de los vinos se han convertido en un factor tan importante como lo puede ser otros elementos que encontramos en cada botella como la variedad de uva, la añada o la denominación de origen.